LA TECNOLOGÍA BIHLER EN EL SECTOR DE LA ELECTRÓNICA

Protección contra picos de tensión

Disyuntores

Desconectan la corriente en caso de cortocircuito o sobrecarga y evitan así sobrecargas con riesgo de incendio: hablamos de los disyuntores. Los elementos fusibles, fabricados por primera vez por Hugo Stotz en Mannheim en 1924, son ahora parte integrante de toda instalación eléctrica, donde protegen todos los circuitos instalados con diversos amperajes y características de desconexión. Si resulta necesario, la corriente se desconecta, bien térmicamente a través de una banda bimetálica que se dobla al calentarse por la corriente que circula por ella y activa el mecanismo de desconexión, bien por electromagnetismo inductivo generado por sobrecorriente, que se activa en caso de cortocircuito.

Además, los disyuntores también se pueden accionar manualmente mediante la palanca basculante, por ejemplo, para realizar tareas de mantenimiento o desconectar temporalmente un circuito. En definitiva, los disyuntores son unos componentes muy complejos que deben funcionar con total seguridad y fiabilidad. La tecnología Bihler puede garantizar esta precisión y reproducibilidad, ya que la mayoría de los componentes (conjunto magnético, desbloqueo libre, módulo térmico, cámara de extinción de chispas y terminales de conexión) se pueden fabricar de forma absolutamente impecable en los sistemas Bihler con la máxima calidad.

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Suministro seguro de corriente

Tomas de enchufe NEMA

Las tomas de enchufe NEMA se utilizan en los EE. UU., Canadá y Asia para el suministro de corriente. A diferencia de las tomas de enchufe europeas, disponen de tres conexiones enchufables, que realizan el contacto con la red de tres conductores monofásicos, habituales en dichos lugares. Un componente de seguridad especialmente importante es el elemento de conexión, que transporta la corriente entre el cable y el aparato eléctrico.

Su fabricación se realiza en autómatas de estampado y doblado mecánicos GRM 80 y un centro de mecanizado BZ 2, en el cual están integrados todos los pasos necesarios, como estampado, doblado, mecanizado de roscas, ensamblaje de tornillos y montaje. Ambas instalaciones Bihler, repartidas en tres líneas, fabrican alrededor de 300 componentes de cajas de enchufe por minuto. El producto final abarca 80 variantes.

 

Una puesta a tierra segura

Contacto de puesta a tierra

La puesta a tierra y, por ende, el desvío de la corriente eléctrica desempeña un papel importante en la ingeniería eléctrica, pues evita que existan tensiones de contacto en las instalaciones y los dispositivos; asimismo, desvía las corrientes parásitas e impide que se den conexiones eléctricas parásitas. Normalmente, la puesta a tierra se lleva a cabo mediante un montaje fijo con tornillos; no obstante, ahora también se dispone de una solución enchufable para ello. El elemento fundamental de un conector de puesta a tierra es el contacto de puesta a tierra, que aquí se muestra con un pasador y un resorte de puesta a tierra. Este componente puede fabricarse en grandes cantidades empleando la tecnología de Bihler, como, por ejemplo, un autómata de estampado y doblado Bihler GRM 80P, cuyo rendimiento es de 100 piezas por minuto.

Espacio libre de mecanizado muy grande

El proceso comienza con la inserción de la cinta desde el carrete; para ello, se utiliza el autómata, que ofrece un espacio libre de mecanizado muy grande para la producción en masa de módulos y piezas estampadas y dobladas de precisión de gran tamaño. A continuación, se recorta la cinta y se extrae el collarín. Posteriormente, se mecanizan las roscas con las dos roscas M3 exteriores y la rosca M4 central. Después, las roscas se marcan con un punzón, y el componente al completo se dobla, separa y eyecta sobre la cinta de piezas de buena calidad. Esta solución no solo destaca por su alta capacidad de producción, sino también por unos tiempos de preparación muy cortos.